Definición: La palabra
Diezmo nace de la palabra hebrea “maaser” o “maasrah”,
que traduce Diezmo, o una décima parte. En el griego la palabra que designa
esta “décima parte” es “apodekatoo” y tanto
en el hebreo como en el griego, estos términos significan el “pago o
dádiva de una décima parte o porción.” Otra definición dice: El
diezmo (del latín decimus, décimo) es un impuesto del diez por ciento (la décima
parte de todas las ganancias) que se debía pagar a un rey, gobernante, o líder eclesiástico.
El
pueblo de Israel tenía que destinar al culto y al mantenimiento de sacerdotes y
levitas la décima parte de ciertos frutos y animales (no dinero) (ver
Deuteronomio 14:22; Levítico 27:32). Era un verdadero impuesto religioso que se
tenía que dar una vez al año (no todos los meses ni semanal) (Deuteronomio
14:22). Los fariseos llevaron esta práctica del diezmo religioso hasta la
exageración, dando la décima parte de las cosas más diminutas y de
insignificante valor, tales como la menta, el eneldo y el comino, pero con
olvido de la humildad, la justicia, la misericordia, la fe y el amor, lo cual
es una grave equivocación (Mateo 23:23; Lucas1:42; 18:12).
Nos
adentraremos en las Sagradas Escrituras para examinar con detenimiento todo lo
relativo al diezmo, si debemos practicarlo los cristianos, si está bien como se
practica, si realmente nos trae bendición el darlo, etc. Tal vez nos asombremos
de muchos detalles que desconocíamos, pero la Palabra de Dios que es la regla
suprema de fe y conducta para la iglesia y el creyente nos los enseñará.
El diezmo en las
Sagradas Escrituras
Dios
pidió que la tribu de Leví fuera sustentada con el 10% de los frutos del pueblo
de Israel, para que los sacerdotes levitas se dedicaran tiempo completo al
servicio del tabernáculo; y esto debían hacerlo desde los 25 años hasta los 50,
que era cuando debían retirarse (Números 8:24-25).
Dios
para evitar corrupción dentro del pueblo de Israel, ordenó que siempre el
diezmo fuera dado en productos: trigo, vino, aceite, animales, etc; los cuales
eran guardados en el “alfolí”, que era un lugar que se encontraba en el templo
y que servía de bodega para almacenar los productos generados por el diezmo.
Era la manera de sustentar la tribu israelita de Leví, la cual No podía poseer heredades, sino
que su heredad era el 10% de lo que rindiere el Producido de la Tierra y los
ganados de todas las Tribus de Israel es decir sus ganancias después de haber
sacado los Gastos necesarios (Vestido, Techo y Comida) sobre las utilidades
sacaban el 10%, pues su labor era dedicarse a ministrar el tabernáculo de
Jehová; Del producto de cada año se llevaría el diez por ciento al Alfolí, y de
allí comerían todos los Sacerdotes y sus familias. Es falso pensar que ahora se
puede diezmar con dinero en lugar de los alimentos por el hecho que no se
manejaba como en la actualidad, sino que era más común el trueque de alimentos.
Pero en el Génesis se utiliza la palabra dinero alrededor de 44 veces antes de
que se mencione el diezmo por primera vez en Levítico 27. Por ejemplo con el
dinero se compraban personas para hacerlas esclavas (Génesis 17:12), recargos
del santuario (Éxodo 30:12), impuestos del censo (Núm. 3:47), etc. Cuando ya no
se tenía dinero era que se recurría al trueque (Génesis 47:15-17).
Muchos
líderes cristianos afirman y dicen: “El diezmo es bíblico, porque se nombra
muchas veces en la Biblia”. Eso es cierto, pero lo que no dicen es que siempre
se menciona para el pueblo de Israel, nunca para la Iglesia.
(Levítico 27: 34). En la actualidad se incluyen dentro de las obligaciones para
los creyentes preceptos de la Ley que aportan algún beneficio material, como el
diezmo y la fiesta de las primicias. Pero no se ha
puesto interés alguno para incluir en las iglesias la fiesta de Pentecostés, ni
ninguna de las seis fiestas restantes que se mencionan en Levítico 23. Si se
les pregunta ¿por qué no guardan la fiesta de Pentecostés, o la de los
Tabernáculos, o la fiesta de las Trompetas? Ninguno dudaría en responder:
“Porque eran para el pueblo de Israel”. Y qué del diezmo.La fiesta de las
primicias, como las otras seis fiestas corresponden al calendario judío, para
celebrarlas una vez al año.
Algunos
líderes sacan de contexto pasajes para infundir miedo psicológico a sus
seguidores si no dan el diezmo; como por ejemplo: “Vosotros me habéis robado
vuestros diezmos” Malaquías: 3:8. Pero omiten el resto del pasaje, violando
todas las reglas de la hermenéutica y de la exégesis bíblica. Malaquías 3:2 y
6, nos explica que los hijos de Jacob (Israel) no estaban entregando el diezmo
para sustentar a los sacerdotes y levitas (no para un solo hombre) para
trabajar para el pueblo y Dios. La obligatoriedad del diezmo únicamente le
concierne al pueblo de Israel por lo que no es universalmente obligatorio como
muchos tratan de hacérnoslo ver. En el v.10 Dios promete dar “bendición
hasta que sobreabunde” al pueblo de Israel, si primeramente cumplen con la
Ley: “Traed todos los diezmos (frutos de la tierra no dinero) al alfolí
(cuarto de almacén) y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice
Jehová de los ejércitos, si no abriré las ventanas de los cielos, y derramaré
sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde“. Los israelitas estaban
bajo la Ley y debían cumplirla para que Dios les bendijera, así que los reta
para que al cumplir la Ley Él pueda probar su fidelidad, su parte del trato.
Los judíos a quienes se d irigía el profeta no confiaban en Dios, por eso el
Señor los reta a que lo “prueben”. Así que este pasaje no tiene valor para el
cristiano, ya que estamos bajo la gracia, y no podemos ni debemos probar a
Dios; Él no nos va a bendecir por cumplir parte de la Ley; además no podemos
probar a Dios porque sería ofenderlo principalmente por haberlo dado todo por
nosotros, nos dio a su Hijo: “… ¿Cómo no nos dará con él también todas las
cosas?” (Romanos 8:32). Si usted depende de la Ley dice Pablo: “todos
los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito
está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las
cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.” (Galatas 3:10) está
bajo maldición si no cumple absolutamente toda la Ley como dijo Santiago: “Porque
cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos.“; así que no sirve de nada ser un diezmador fiel sin no
cumple los 613 preceptos de la Ley. De esto concluimos que el autor sagrado se
está d irigiendo a los que guardan la Ley, al pueblo de Israel, no a la
Iglesia. En otras palabras con este pasaje muchos líderes cristianos están
diciendo que si alguien no paga, no es salvo; y no tiene lógica y es una
enseñanza antibíblica; la salvación es por fe y no por obras.
Otro
dato curioso y que no cumplen los que piden el diezmo es que por dos años, el
diezmo debía ser llevado al tabernáculo, y guardarlo en el alfolí, pero al
tercer año el diezmo de ese año debía ser entregado directamente en las aldeas
locales, y ponerlo a disposición, no sólo de los Levitas, sino también de los
“extranjeros, los huérfanos, y las viudas” (“Al fin de cada tres años
sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus
ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el
extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y
serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos
hicieren.” Deuteronomio: 14:28-29; 26:12-14), de lo cual no cumplen, y casi
me atrevo a asegurar en un gran porcentaje de las iglesias que cumplen el
diezmo no lo realizan; no estaría mal que las iglesias hicieran compartir el
diezmo con la comunidad formada por los extranjeros, huérfanos y viudas que
hubiera en la población alrededor de la misma. ¡Aunque fuese cada tres años!
Recordemos que en el Nuevo Testamento tenemos instrucciones respecto a como las
iglesias y los creyentes deben cuidar de las viudas y los huérfanos.
Otro
dato mucho interesante es Números 18: 20-28; en estos versículos: 1) se
repite que el diezmo será para “los hijos de Israel” y 2) que
por tres veces se repite que los levitas no tendrán posesión (propiedad)
de tierra alguna. Así que si lo aplicáramos en la actualidad ningún líder o
pastor no podría contar con ni tan siquiera una parcela o carro propio; esto
haciendo cumplir como lo estipuló Dios en la antigua Ley del Diezmo
Notemos
algo muy importante: en toda la Biblia se observa que el diezmo era dado por
los propietarios de las tierras y de los animales; que era lo que se recibía
como diezmo. Los sirvientes o jornaleros no diezmaban, ya que ellos tenían
remuneración monetaria de lo cual no daban nada. También cuando se recorrían
distancia muy largas y no se podía llevar el diezmo en especies por la
incomodidad se vendía todo y se llevaba el dinero y se compraba luego en el
lugar, y hasta podían disponer de algunas cosas según dictara su corazón
(Deuteronomio 14:22-26)
La Ley del diezmo del
Antiguo Testamento fue quitada cuando Cristo murió en la cruz y no antes
(Colosenses 2:14, Gálatas 5:1; Santiago 1:25).
En
Hebreos 7:5-12 se vuelve a señalar que el diezmo era de la Ley;. En este mismo
capítulo 7 de Hebreos indica también con mucha precisión que ahora en la
gracia, no existen los sacerdotes levitas, porque hubo un cambio de
sacerdocio y de ley: “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya
también cambio de ley“.
La
obligación de dar el diezmo, siempre ha sido para los judíos, para los que
están bajo la Ley. La única vez que se menciona el diezmo fuera de la Ley, y
sólo fue una vez, fue cuando Abraham dio el diezmo de su victoria sobre los
reyes que habían llevado prisionero a su sobrino Lot. Lo dio una
sola vez, y no fue un pago mensual, vea que dice que “dio” en
esa oportunidad el diezmo, pero jamás dice que “pagó el diezmo”.
Está muy claro que estos bienes o despojos no eran de Abraham, eran de los
reyes que había derrotado, no fue fruto de su trabajo ni de sus tierras. Pero
también hay que acordarse de que por último Abraham no se quedó con nada, se lo
dio todo a Melquisedec (“Que no tomaré ni un hilo, ni la correa de un
calzado, nada de todo lo que es tuyo, para que no digas después: ‘Yo enriquecí
a Abram’ ” Genesis 14:23), y fue la única vez que dio algo, no se
menciona en ningún otro pasaje que siguiera dando ni el diezmo ni ninguna otra
contribución. Se ha de notar que no existe ninguna disposición en la Biblia
para que alguien puede tomar el lugar de Melquisedec tipo de Cristo para exigir
diezmos. El v.2 de Hebreos 7 dice que Abraham le dio a Melquisedec “los
diezmos de todo”, pero en Génesis 13:2 dice: “Y Abram era riquísimo
en ganado, en plata y en oro”. Pero ¡que sorpresa! De toda esta grande
riqueza Abraham no le dio a Melquisedec un pelo de su ganado ni un solo
pedacito de su plata y oro; le dio los “diezmos del botín” v.4
de Hebreos 7. Este pequeño y único detalle basta para cambiar todo
el panorama.
Mateo
23:23; Lucas 11:42; Hebreos 7:5:12; Estos son los únicos pasajes en todo el
Nuevo Testamento en donde se menciona el diezmo; y fueron básicamente para
reprender a los fariseos por hipócritas, y para recordar a Abraham cuando en
una ocasión “dio” el diezmo. Así que nunca se pidió a ningún cristiano pagar el
diezmo. En el sermón de la montaña, donde Jesús ratificó las verdaderas
demandas de la Ley, no hizo ninguna mención al diezmo ¿se le habrá olvidado a
Jesús ese detalle tan importante? Si el diezmo fuera una obligación para el
cristiano ¿no parece extraño, que no se menciona ni una sola vez en todo el
Nuevo Testamento? Entonces ¿por qué las iglesias piden el diezmo. Laiglesia cristiana primitiva promovía la ofrenda
voluntaria, y ésta se debía hacer en secreto. El diezmo en la Iglesia primitiva
era inexistente. Las enconadas discusiones de Pablo con los que promovían la
restauración de ciertas observancias de la Ley, cómo la circuncisión, hace
suponer que siendo el diezmo una regulación mínima en comparación con otras
leyes ya impracticadas, su sóla sugerencia hubiese dado lugar al reproche.
Pablo llamaba a éstos restauradores “judaizantes”. Además los judíos en la
actualidad no diezman. Los Rabinos Judíos, quienes en teoría deben de conocer y
saber aplicar mejor Ley Mosaica, no cobran diezmos porque ellos saben que
únicamente los Levitas pueden cobrar el diezmo. A causa de la destrucción
de los archivos genealógicos en la destrucción del Templo en el año 70
d.C., ellos no pueden identificar a los verdaderos Levitas. Usan un
sistema diferente para sustentarse económicamente que trata de tantos dólares
por cada asiento en sus sinagogas y así poderle dar mantenimiento y sostenerse
económicamente. Entonces, ¿podría algún líder probar que es descendiente directo
de Arón para tener el derecho de pedir el diezmo?
El
dinero no tiene poder ni beneficio alguno para las bendiciones o dones de Dios:
“Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que
el don de Dios se obtiene con dinero” Hechos.8:20. Y cuantos hoy en día dan
donaciones (diezmos y ofrendas) no por caridad sino por interés, para que les
vaya bien en la vida (sanar, conseguir trabajo, salvación de un familiar,
solucionar un problema familiar o hasta amoroso); si esto es cierto entonces estamos
viendo restauradas las famosas indulgencias de la edad media que dieron inicio
a la reforma líderizada por Martín Lutero.
El
diezmo fue una práctica divina para sustentar a los sacerdotes levitas, y debía
ser entregado en especies, nunca en dinero. A diferencia de esto, ahora, no
existe el diezmo ni la promesa de que recibiremos más prosperidad terrenal,
todo lo contrario, ahora se nos pide que no nos hagamos de tesoros aquí en la
tierra, sino en el cielo. Los primeros cristianos dieron todos sus bienes para
repartirlos entre la Iglesia, pero ninguno de ellos llegó a ser rico.
Si
alguien le dice que debe de pagar en forma obligatoria el diezmo, no estaría
dando libremente como propuso en su corazón, sino que sería una
imposición. Guardar la Ley es algo que ofende a Dios, porque las obras de
la Ley son obras muertas, (Hebreos 6:1) es decir, obras de mera ceremonia.
En
el Nuevo Testamento vemos que la iglesia se financia con ofrendas no con el
diezmo, vea 1 Corintios 16, 2 Corintios 8:1-12 y 2 Corintios 9:7, También
recordemos que los primeros cristianos estaban en la obligación de dar
hospedaje a los ministros de la Palabra: “Amado, fielmente te conduces
cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,
los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en
encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los
gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos
con la verdad.” 3 Juan 5-8 (Hechos 6:14-15; 18:1-3,7). Además cuando Cristo
envió a los doce y luego a los setenta, no les enseñó a cobrar diezmos sino a
quedarse en los hogares de los justos y a comer lo que les pusieran delante,
nunca solicitaron hoteles 5 estrellas ni limusina (Mateo 10:5-15; Lucas
10:1-12).
En resumen:
1-
El diezmo fue mandado por Dios entregarlo en productos a los sacerdotes
levitas, nunca en dinero, porque estos no podían poseer propiedades y para que
no hubiera corrupción.
2-
El diezmo “era” de la Ley (Mt23:23), “según la ley” (Hebreos
7:5).
3-
En la Gracia debemos ofrendar libremente, como cada uno propuso en su corazón,
sin que tu mano izquierda sepa lo que ha dado tu derecha, no se debe hacer en
sobre con nombre, la ofrenda debe ser anónima.
Aprendamos
a dar libremente y por amor, sin esperar nada a cambio; hagámoslo sin que la
mano izquierda sepa lo que ha dado la derecha. No debes de esperar nada a
cambio, porque no se puede “comprar” el favor de Dios. A Dios no lo podemos
manipular, menos con algo como el dinero. Posiblemente llegue a dar lo mismo
que el diezmo o más, pero la gran diferencia está en que no será una carga
impuesta y ahí sí vendrán recompensas por parte de Dios. No te engañes pensando
que el diezmo que hoy das es tu ofrenda al Señor, porque estarías participando
de un mandado impuesto por hombres; acuérdate que lo que dispuso el Señor para
la Iglesia fue la ofrenda y no el diezmo que era de la Ley.
En
conclusión si el diezmo es una obra indispensable para ser salvo y prosperado
estamos bajo la Ley Mosaica y no bajo la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, y
entonces debemos practicar los demás preceptos, normas, ceremonias y fiestas de
la Ley; ya que la salvación no sería por fe y para fe como lo establece Romanos
1:17 y Efesios 2:8-9, sería por las obras del creyente.
Dr. Jesús María Yépez
El autor es Médico
Cirujano, Doctor en Teología, Pastor y Profesor de Biblia y Teología en el
Seminario Teológico Alfa y Omega de Puerto Ordaz. Venezuela.
Estimados Hermanos:
Se que este es un tema controversial, pero ya es
tiempo que revisemos la Biblia y veamos la verdad que esta alli, si su iglesia
pratica el diezmo lo debe hacer como lo dice la Biblia para sustentar a los
ministros, viudas, huerfanos y demas necesidades dentro y fuera de la
congregación, LOS DIEZMOS NO SON PARA UNA SOLA PERSONA O FAMILIA DE ESA
PERSONA, LOS DIEZMOS NO SALVAN NI PROSPERAN NI CONDENAN A NADIE. Si usted los
hace lo debe hacer libremente y de su voluntad no por obligación ni amenazas y
ademas debe ser anonima no en sobre como se acostumbra, ya que esto sirve para
saber y controlar a las personas. LA SALVACION ES POR GRACIA NO POR OBRAS QUE
HAGAMOS. Amados hermanos sirvamos a Dios con alegría y agradecimiento NO POR
AMENAZAS U OBLIGACIONES BAJO AMENAZAS PSICOLOGICA QUE PERTUBAN A LOS CREYENTES,
que ya que estos son salvos por el sacrificio de Jesucristo. Espero que este
artículo sirva para motivar y profundizar el estudio bíblico, ninguna
ORGANIZACION, APOSTOL, PROFETA, EVANGELISTA, PASTOR O MAESTRO PUEDEN ESTAR POR
ENCIMA DE LA BIBLIA, todos estamos sujetos a ella, LA BIBLIA ES LA REGLA DE FE
Y CONDUCTA PARA EL CREYENTE Y LA IGLESIA EN GENERAL. Quiero anexar unos
comentarios enviados por un pastor de Venezuela que parecen pertinentes;
Atentamente: Dr. Jesús María Yépez. Médico con Postgrados de Gerencia en Salud
y Medicina Nutricional. Doctor en Teología Mención Consejería. Pastor de la
Comunidad Cristiana Vida Abundante. Presidente y Profesor de Biblía y Teología
en el Seminario Teológico Alfa y Omega. Puerto Ordaz. Venezuela
AQUÍ LE MANDO MAS INFORMACIÓN Y ESTOY DE ACUERDO CON
USTED.
El enseñar a nuestra congregación a dar un diez por
ciento podría convertirse en una terrible herejía. Dios es nuestro Señor, y
dueño de toda la creación. Nosotros, sus mayordomos, le debemos dar y consagrar
a Dios el 100% de lo que somos y producimos. Así el 10% podría simbolizar esa
entrega, siempre y cuando el espíritu de la ley, y el propósito de la ley del
Antiguo Testamento se mantenga fiel. Es decir, si Ud. desea contextualizar la
practica del diezmo en su iglesia, considere los siguientes principios:
Si su iglesia diezma, y parte de esos diezmos no se
distribuyen hacia los más necesitados tanto fuera como dentro de la
congregación, su iglesia le esta robando al Señor.
Si los pastores de su iglesia tienen otras fuentes de ingreso, y en vez de recibir un salario extra, se llevan el diezmo como pago a sus servicios, sus pastores le están robando a Dios.
Si en su iglesia es el pastor y su familia los únicos que a discreción hacen uso del diezmo, tenga cuidado. Ud. podría estar permitiendo que se den abusos con el dinero del Señor. Toda iglesia debe presentarse como un libro abierto al mundo. Todo pastor y líder eclesial debe dar cuentas abiertas, en cualquier momento que se le pida, de la mayordomía a la que se le ha encargado. Siempre es sano tener a dos personas sin relación de parentesco entre si ni con el pastor supervisando los fondos de la iglesia (entre ellos no debe haber ningún pastor ni ninguno de sus familiares).
Si su pastor dice que los diezmos son para él o ella, su pastor le esta robando al Señor, y al Estado al no pagar impuestos. En nuestra sociedad capitalista todo pastor debe gozar de un salario, pagar impuestos, y otros aportes de ley. Tal y como hemos visto, el diezmo no es para el pastor ni los pastores solamente.
Si algún medio de difusión masiva como canales de televisión, emisoras de radio, o prensa escrita solicita de un diezmo, primicias, u ofrenda, a cambio de una bendición particular, ellos están practicando una estafa. Una ofrenda o diezmo no se da para recibir. Se da porque hemos recibido, pero no con la intención de recibir más. Nadie puede asegurarle a nadie una bendición de Dios. Dios es soberano y a su tiempo dará buenas dadivas a los fieles de su pueblo.
Si en su iglesia le hacen, indirecta o directamente, sentir culpable si no diezma. Si en su iglesia es obligatorio diezmar. O si en su iglesia constantemente se explica que los que no diezman le están robando a Dios, y por tanto no reciben bendición financiera. Su iglesia esta practicando una estafa. El diezmo era una práctica obligatoria en el Antiguo Testamento, no así en el Nuevo Testamento. Si se desea contextualizar esta práctica del diezmo, recordemos que en el Antiguo Testamento solo los que poseían los medios de producción (los ricos) se les solicitaba diezmar (aunque si el ofrendar era para todos).
Si su iglesia ha contextualizado (o desea contextualizar) la práctica del diezmo sin considerar el espíritu y propósito de esta practica de la ley en el Antiguo Testamento, su iglesia entonces, no esta diezmando. Su iglesia esta haciendo algo que no debería llamarse diezmo, y hasta podría estar estafando a su membresía, todo por ignorancia teológica.
Finalmente, recordemos que el diezmo (además de las múltiples ofrendas) se daba al templo para cuidado de la infraestructura, y su personal que no poseía tierras ni herencias, y para los más necesitados (viuda, huérfano, extranjero, etc.). Si su iglesia local no cumple el rol de los antiguos templos en la distribución según los principios del diezmo, Ud. no esta en la obligación de diezmar, y aun menos si Ud. no produce riqueza alguna.
Si los pastores de su iglesia tienen otras fuentes de ingreso, y en vez de recibir un salario extra, se llevan el diezmo como pago a sus servicios, sus pastores le están robando a Dios.
Si en su iglesia es el pastor y su familia los únicos que a discreción hacen uso del diezmo, tenga cuidado. Ud. podría estar permitiendo que se den abusos con el dinero del Señor. Toda iglesia debe presentarse como un libro abierto al mundo. Todo pastor y líder eclesial debe dar cuentas abiertas, en cualquier momento que se le pida, de la mayordomía a la que se le ha encargado. Siempre es sano tener a dos personas sin relación de parentesco entre si ni con el pastor supervisando los fondos de la iglesia (entre ellos no debe haber ningún pastor ni ninguno de sus familiares).
Si su pastor dice que los diezmos son para él o ella, su pastor le esta robando al Señor, y al Estado al no pagar impuestos. En nuestra sociedad capitalista todo pastor debe gozar de un salario, pagar impuestos, y otros aportes de ley. Tal y como hemos visto, el diezmo no es para el pastor ni los pastores solamente.
Si algún medio de difusión masiva como canales de televisión, emisoras de radio, o prensa escrita solicita de un diezmo, primicias, u ofrenda, a cambio de una bendición particular, ellos están practicando una estafa. Una ofrenda o diezmo no se da para recibir. Se da porque hemos recibido, pero no con la intención de recibir más. Nadie puede asegurarle a nadie una bendición de Dios. Dios es soberano y a su tiempo dará buenas dadivas a los fieles de su pueblo.
Si en su iglesia le hacen, indirecta o directamente, sentir culpable si no diezma. Si en su iglesia es obligatorio diezmar. O si en su iglesia constantemente se explica que los que no diezman le están robando a Dios, y por tanto no reciben bendición financiera. Su iglesia esta practicando una estafa. El diezmo era una práctica obligatoria en el Antiguo Testamento, no así en el Nuevo Testamento. Si se desea contextualizar esta práctica del diezmo, recordemos que en el Antiguo Testamento solo los que poseían los medios de producción (los ricos) se les solicitaba diezmar (aunque si el ofrendar era para todos).
Si su iglesia ha contextualizado (o desea contextualizar) la práctica del diezmo sin considerar el espíritu y propósito de esta practica de la ley en el Antiguo Testamento, su iglesia entonces, no esta diezmando. Su iglesia esta haciendo algo que no debería llamarse diezmo, y hasta podría estar estafando a su membresía, todo por ignorancia teológica.
Finalmente, recordemos que el diezmo (además de las múltiples ofrendas) se daba al templo para cuidado de la infraestructura, y su personal que no poseía tierras ni herencias, y para los más necesitados (viuda, huérfano, extranjero, etc.). Si su iglesia local no cumple el rol de los antiguos templos en la distribución según los principios del diezmo, Ud. no esta en la obligación de diezmar, y aun menos si Ud. no produce riqueza alguna.
Información extraida de la pagina: http://www.iglesiaenmarcha.net/ escrita por el
pastor Dr. Jesús María Yépez
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